Carta Estrategia en Singular Abril 2025
Estrategia en Singular Abril 2025
El Gran Experimento
La Administración Trump se ha lanzado de lleno a una guerra comercial, a riesgo de frenar el crecimiento, elevar la inflación en EEUU y entrar en una escalada de represalias de imprevisibles consecuencias. Pero es crucial tener en cuenta que no solo pretende reindustrializar el país, reducir su déficit exterior y alcanzar algunos objetivos geopolíticos, sino que busca generar una nueva base de ingresos tributarios que financie la ansiada rebaja de impuestos. A la vez, intenta forzar un abaratamiento de la energía y de la financiación de hogares, empresas y gobiernos.
Nos enfrentamos así al que podría suponer el mayor experimento de política económica de las últimas décadas en todo el mundo. Como cabría esperar -aunque llevaran meses subestimándolo- los mercados han reaccionado muy negativamente, pasando a descontar un escenario de estanflación en el que la Fed y otros bancos centrales no dudarían en relajar sustancialmente sus políticas monetarias. Y como siempre, los movimientos están siendo amplificados por las ventas forzadas de los inversores más cortoplacistas mientras que los que se guían por los fundamentales se mantienen al margen.
En estas condiciones, además de mantener la calma, conviene centrarse en las preguntas clave: si el ciclo de crecimiento podrá prolongarse a pesar de estos acontecimientos, y si las valoraciones y los retornos esperados han mejorado lo suficiente como para compensar los riesgos asumidos. En ambos casos, nuestro diagnóstico es positivo y, con una perspectiva a medio plazo, contemplamos en principio estas turbulencias como una oportunidad para añadir posiciones. Los niveles parecen adecuados para hacerlo, pero el momento nos parece prematuro. Hay demasiada incertidumbre y las dinámicas técnicas en unos mercados “rotos” pueden llevar a caídas aún más exageradas. Así que nos mantenemos moderadamente infraponderados con las mismas preferencias geográficas y sectoriales, pero con el “dedo en el gatillo” para añadir posiciones en cuanto tengamos más visibilidad o los niveles de compra sean todavía más atractivos.
Carta Estrategia Singular: Cambios de fase
Con las notables excepciones de las bolsas europeas y chinas, los mercados financieros han registrado movimientos relativamente escasos en el primer mes del nuevo mandato de Donald Trump, quizás abrumados por la batería de anuncios aún sin concreción.
Pero debajo de la superficie de los índices generales de acciones y bonos, se están produciendo algunos cambios muy relevantes en las dinámicas geopolíticas y tecnológicas con grandes implicaciones potenciales, y que debemos incorporar a la estrategia de inversión.
Además de todos los eventos sobre los que nos informa puntual y detalladamente nuestro equipo macro, en unos días asistiremos al cambio de fase en la política alemana, con el foco puesto en si son posibles una coalición de gobierno de dos partidos y una reforma constitucional que otorgue mayor margen fiscal.
Pero quizás el de más calado es el que se estaría gestando en la disrupción de la Inteligencia Artificial (IA), que podría conducir a un ecosistema menos dependiente de los gigantes estadounidenses. Esto facilitará que muchos otros sectores y países se aprovechen de las mejoras de eficiencia y de productividad, pero a la vez cuestiona la premisa que habíamos dado por sentada de la “excepcionalidad” de EEUU en cuanto al crecimiento de su economía y de los beneficios, lo que creemos que acabará presionando sus valoraciones.
Con una renta fija que aún ofrece atractivos retornos esperados, numerosas incertidumbres geopolíticas sin resolver y un potencial acotado de la renta variable, mantenemos una estrategia algo prudente en la que este mes reducimos algo la exposición a la tecnología de EEUU para reforzar la de Asia-Pacífico y comenzamos a evaluar los impactos de un eventual alto al fuego en Ucrania.
Cuando la niebla no deja ver el horizonte | Estrategia en Singular
Nos encontramos en una de esas encrucijadas en las que confluyen varios factores de riesgo inminentes que podrían alterar significativamente las perspectivas económicas y zarandear los mercados financieros, pero que bien podrían acabar disipándose y despejar un horizonte relativamente constructivo a medio plazo. Esto presenta grandes dilemas a la hora de construir la estrategia, cuando además son tan diversos los horizontes de inversión y la tolerancia a las pérdidas coyunturales. Las razones que al final nos decantan por mantener cierta prudencia son que vuelven a mejorar los retornos esperados en la renta fija estadounidense, y que seguimos viendo mucha complacencia en las cotizaciones bursátiles y crediticias.
De entre las muchas amenazas que se ciernen sobre nosotros, el conflicto entre Israel e Irán y sus aliados tiene una baja probabilidad de provocar una nueva crisis energética que reavivaría las presiones inflacionistas y frenaría la relajación de las políticas monetarias. Las elecciones en EEUU sí podrían tener implicaciones más generalizadas y persistentes, aunque la considerable probabilidad de un Congreso dividido parece reducir el riesgo de los escenarios más dañinos. Algo que nos preocupa, y que parecen desdeñar los mercados, es que los resultados estén tan apretados que tarden días o semanas en conocerse con certeza, lo que sin duda podría causar volatilidad y mayor aversión al riesgo en los mercados.
En estas condiciones, continuamos con una moderada infraponderación de la renta variable, donde no vemos mucha continuidad al rebote en las bolsas chinas y en la que recientemente añadimos posiciones en infraestructuras y compañías pequeñas y medianas. En renta fija, el repunte de las curvas ofrece otra oportunidad a los inversores que aún tengan una duración baja en su renta fija para alargarla en EEUU.
Inflexiones en Europa - Estrategia en Singular
Inflexiones en Europa, carta de Estrategia, realizada por Roberto Scholtes, Jefe de Estrategia en Singular Bank.
Recientemente se confirmó que tanto la Eurozona como el conjunto de la UE salieron del estancamiento económico iniciado en la segunda mitad de 2022. Y probablemente el 6 de junio el BCE decidirá recortar sus tipos, algo que el mercado espera que repita varias veces si se lo permiten la evolución de la inflación y las actuaciones de la Fed. Lo importante aquí para los inversores es que las rentabilidades de los activos monetarios en euros van a ir cayendo, y se agota el tiempo para minimizar la exposición a este tipo de fondos para construir una cartera de renta fija para el medio plazo.
Al margen de estas inflexiones y sus implicaciones, las dos cuestiones ahora más relevantes para nuestra estrategia son las consecuencias de que la Fed retrase sus recortes de tipos, y cuánto podrían corregir los índices bursátiles si estos tipos prolongadamente altos presionan las valoraciones de las tecnológicas. La primera no invalida nuestra previsión de un descenso de las curvas de rentabilidades de la deuda, aunque la posterga, por lo que todos los segmentos de renta fija deberían de generar buenos retornos en los próximos 6-12 meses. Además, frenaría la depreciación del USD, lo que restaría utilidad a las onerosas coberturas de la exposición a esta moneda.
En cuanto a la segunda, la principal conclusión es que los beneficios de las megacap han crecido tanto -y se prevé que lo sigan haciendo- que aunque sus múltiplos retrocedieran a los niveles del pasado otoño (cuando el bono a 10 años en EEUU se acercó al 5,0%), el S&P 500 no debería de caer más de un 10% respecto a su máximo. Así que, a la espera de tener más visibilidad sobre las políticas monetarias y de que una mayor corrección bursátil ofrezca mejores niveles para añadir posiciones, mantenemos la estrategia cerca de la neutralidad en renta variable, y con la renta fija en duraciones moderadas y en deuda de alta calidad.